Estimados miembros del G.E.A.M., y ante todo, amigos míos:
Hace unos pocos días recibí un correo de la Junta de Andalucía. Era un
sobre de tamaño folio en el que nos remitían los Estatutos Oficiales de
nuestro grupo de senderismo con el sello aprobatorio de la
Administración Autonómica, lo que significa que ya somos, tanto de hecho
como de derecho, una asociación legal e inscrita en el registro andaluz
de asociaciones, figurando como C.D. Grupo Expedicionario Ad Montes
(C.D. es la abreviatura de club deportivo).
Lo hemos logrado. Ha sido un largo camino de más de tres años, jalonado
de dificultades y amarguras, pero también de momentos dulces y hermosos.
Durante este largo periodo hemos viajado a un sinfín de lugares,
realizado más de treinta senderos, disfrutado de casi una decena de
veladas astronómicas, y un buen puñado de excursiones, reuniones y
celebraciones. Nos hemos hecho de sede propia y la hemos arreglado y
decorado con empeño y dedicación.
Aún careciendo apenas de medios y recursos económicos, hemos sabido
hacernos de un buen material y recursos para la práctica de nuestras
actividades: Bastones de senderismo, mapas, tiendas de campaña,
brújulas, cordino, y muchos de vosotros habeis puesto coches,
telescopios, comida, documentos, juegos de mesa y una larga lista de
materiales al servicio del G.E.A.M. Es más, cuando ha habido que pagar
gastos, habeis sido sumamente generosos para poder tirar del carro y
sacar esto adelante.
Hoy somos una quincena de miembros, el inicio de lo que espero sea una
asociación próspera y longeva que atraiga a mucha más gente a su seno en
busca de los ideales que nos han promovido a crearla. Porque el
G.E.A.M. no es solo una simple asociación con normas escritas. Es mucho
más que eso, el G.E.A.M. es un sueño, el sueño de quienes un día nos
atrevimos a mirar al cielo eterno y comprendimos que ahí fuera hay un
hermoso y fascinante mundo que nos estaba invitando a explorarlo, a
recorrerlo y a llegar hasta sus últimos confines. La sangre que fluye
por nuestras venas es la de aquellos que se negaron a creer que todo ya
estaba explorado, medido y cartografiado, porque sabemos que descubrir
un lugar no es ser el primero en llegar a él, sino llegar allí por
primera vez en la vida. ¿De que sirve tener la certeza que desde la
Sierra de Gádor se puede divisar África si no has subido hasta sus
cumbres para poder verlo con tus propios ojos? ¿O saber que el Karst en
Yesos de Sorbas es producto de la desecación del Mar Mediterráneo hace
5,7 millones de años, si no te internas en sus entrañas para
maravillarte ante la frágil belleza de sus cavernas de yeso cristalino? Y
eso es solo en Almería, un diminuto rincón de todo el vasto mundo que
nos rodea. Pero también soñamos con las lejanas estrellas cuando las
vemos titilar por nuestros humildes telescopios...
Cruzaremos sierras, ascenderemos a sus cumbres, atravesaremos desiertos y
recorreremos valles y bosques, viajaremos donde haga falta, ya sean
ciudades, mares o países. El G.E.A.M. ya está aquí, firme y decidido a
crecer y hacerse adulto. De nosotros depende que nuestra nave arribe a
buen puerto, y se que lo hará, porque confío en todos vosotros.
De todo corazón, el primer presidente del Grupo Expedicionario Ad Montes.
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